¡Qué verde, amigo,
con la de años que usted tiene!
¡Y qué bien te veo con el flamenquito que va de tu mano
y que vuela más tarde hacia ningún otro lado,
que se te vuela a tierra de nadie, la del recuerdo ensoñado,
allá donde se fueran los nuestros padres!
¿Es una gomilla la que tensa tu sonrisa
o es mi envidia quien la imagina?
¿Lloraste tú solito la bahía
o sieron los que se nos fueron? -¿O sería yo mismo cuando me fuiría?
No podrá jamás un Picasso hacerte demorfe
No habrá un Salvador que te retrate con mayor fantasía.
Cádi, lorito mágico,
Maravillas.
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